La nueva Ley de Movilidad Sostenible ya se ha aprobado y redefine el modelo de transporte en España con el objetivo de reducir emisiones y avanzar hacia una movilidad más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
Zonas de bajas emisiones: más ciudades, más restricciones
Uno de los pilares de la ley es la extensión obligatoria de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) a todos los municipios con más de 50.000 habitantes. Esto implica que los vehículos sin distintivo ambiental de la DGT verán restringido o prohibido su acceso a estas áreas, acelerando la transición hacia flotas menos contaminantes.
Revisión de las etiquetas ambientales
La normativa ordena a la DGT revisar el sistema actual de etiquetas medioambientales. En el plazo de un año, deberá presentar un informe elaborado junto a los ministerios de Interior, Transportes, Transición Ecológica y Economía, contando además con la participación de las comunidades autónomas.
Fin de los motores de combustión en 2035
La ley fija una fecha clave: a partir de 2035 no se podrán vender vehículos nuevos con motores de combustión interna. Aunque los coches actuales podrán seguir circulando, se prevé una transición gradual hacia tecnologías eléctricas, híbridas enchufables y de hidrógeno.
Impulso a la movilidad eléctrica
Para facilitar este cambio, el Gobierno reforzará las ayudas a la compra de vehículos eléctricos e impulsará la instalación de puntos de recarga en carreteras, áreas de servicio y aparcamientos públicos. También se contemplan incentivos fiscales para particulares y empresas.
Inclusión de un plan de renovación
En el plazo máximo de 3 meses desde la aprobación de la presente Ley, se prevé el desarrollo de un plan de renovación para incentivar de vehículos nuevos de cero o bajas emisiones y la retirada voluntaria de vehículos antiguos del parque móvil español, complementario a los planes de incentivación de compra de vehículos eléctricos, que contribuya a la renovación de vehículos de combustión antiguos por vehículos de cero o bajas emisiones.
Se fijará como objetivo la retirada y sustitución de vehículos con una mayor antigüedad y de cualquier tipología (camiones, autobuses, furgonetas, automóvil y motos), por el riesgo que suponen para la seguridad vial y por su efecto contaminador.
Además de los vehículos nuevos, también podrá beneficiarse del apoyo económico la adquisición de vehículos de ocasión o usados cuya motorización sea de Euro 6d.
Un reto que abre oportunidades
Esta ley supone un desafío global, pero también una oportunidad para reducir costes a medio plazo y contribuir a la protección del medio ambiente. La planificación y el conocimiento de las nuevas tecnologías serán claves para adaptarse a este nuevo escenario.
