Una veintena de entidades empresariales, comerciales, culturales, de vecinos y vecinas han expresado conjuntamente la profunda preocupación ante la propuesta de restringir el tráfico de vehículos en el tramo de la Via Laietana y limitar su circulación en un único sentido.

La Via Laietana se proyectó como arteria para unir el Eixample d’Ildefons Cerdà con el mar. Las obras duraron 50 años (de 1908 a 1958) y supusieron el derribo de 200 edificios, la desaparición de 85 calles y plazas, y el desalojo de más de 10.000 vecinos. Desde entonces, esta vía ha cumplido este papel. 

Con la reforma impulsada por la anterior Alcaldesa Ada Colau, de convertir la Via Laietana en una vía de circulación parcialmente restringida dificulta el acceso a los comercios y viviendas, aísla una zona que ya se ve sometida a múltiples desafíos.

Además, la restricción del tráfico de vehículos privados en sentido ascendente conlleva graves consecuencias tanto por el desarrollo de la vida cotidiana de los vecinos como por la actividad económica del barrio.

Por estas razones en esencia, los firmantes proponemos al Alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, medidas para minimizar el impacto negativo sobre el tejido residencial y productivo de la zona, siendo indispensable que los aparcamientos de la zona tengan doble sentido tanto de entrada como de salida.