La tendencia de julio a la baja se ha acentuado este mes de agosto. Debemos remontarnos a la última crisis para encontrar un comportamiento de las ventas similar. El principal factor tiene que ver con la autrada de la producción de vehículos causada por la escasez de microchips. Las fábricas no pueden mantener los ritmos de producción habituales y no abastecen a los concesionarios. De rebote, éstos no pueden atender la demanda de sus clientes.
Es evidente que la crisis sanitaria derivada de la Covid-19 tampoco ayuda y afecta a los procesos de producción de productos y su comercialización. También influencia la creciente confusión y la incertidumbre por los mensajes emitidos por las autoridades cuestionando los vehículos de combustión de gasolina y diesel. El comportamiento del comprador cambia y desplaza la intención de compra en el vehículo usado.
El mercado del vehículo usado mantiene una positiva evolución. Se venden cada vez más usados que nuevos porque de éstos no se encuentran. A grandes rasgos, más de la mitad del mercado de usado supera los 10 años de antigüedad. Y esto se traduce en que la media de edad del parque crece de forma sostenida desde hace años y también el parque móvil.
En definitiva, es necesario corregir de una forma u otra esta situación porque afecta en negativo a la seguridad vial y la suma global de emisiones medioambientales. Cataluña todavía no ha publicado la convocatoria de ayudas del Plan Moves III y esto es negativo para el sector. Es obvio que la operación de compra y la presentación de la ayuda debe ser simultánea. La mayoría de comunidades se nos han adelantado. El Ministerio de Transición Ecológica informa en su web del estado de las convocatorias de las CCAA y evidencia que Cataluña va a la cola.
En paralelo, en Catalunya estamos de enhorabuena por el fin de los peajes de titularidad estatal. Los usuarios de estas vías se ahorrarán mucho dinero. Compartimos las palabras del Vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, que los catalanes no tengan que pagar los peajes como hacían hasta ahora y que pida al Ejecutivo central que defina el nuevo modelo de financiación de nuestras carreteras. A su vez, nosotros le pedimos coherencia y que haga lo mismo en su área de responsabilidad: Cataluña es el único territorio donde los residentes deben pagar el Impuesto sobre las emisiones de CO2 y eso no puede ser. Un impuesto que, por cierto, entra en vigor hoy.