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David Ortega, consultor y profesor de EADA: «El cliente actual de automoción demanda una experiencia más omnicanal»

La entrevista del mes de septiembre de nuestro Infogremio, la dedicamos a David Ortega, consultor experto en movilidad y el sector de automoción. Durante los últimos años, ha trabajado en diferentes posiciones en el sector automoción para diferentes grupos de empresas como asesor y miembro del Comité de Dirección en VGRS, Moventia, Purdy Group, Gremio del Motor, entre otros. También es cofundador y Managing Partner de la consultora Muvmi Solucions de Mobilitat, especializada en procesos de reindustrialización y transformación empresarial, así como en la localización de compañías relacionadas con la nueva movilidad y las nuevas energías sostenibles.

Actualmente, David Ortega compagina su trabajo con la docencia y es Profesor Asociado del Departamento de Marketing, Operaciones y Supply de EADA Business School, Director del Programa Online en Dirección de Marketing y Comercial del área de Executive Education así como Diretor de los distintos programas directivos especializados en el sector movilidad y automoción. Junto con EADA, ha liderado la propuesta con el Gremio del Motor para aportar cursos de especialización en marketing de automoción a nuestros asociados.

¿Cómo diríamos después de un partido de fútbol, qué valoración hace del primer curso EADA con el Gremio del Motor?

En primer lugar, debo decir que este programa es una importante apuesta por parte de ambas instituciones para impulsar la mejor formación que ayude en el profundo proceso de transformación que está viviendo el sector. Una verdadera disrupción motivada, tanto por las nuevas tecnologías de propulsión hibrida y eléctrica de los vehículos disponibles, como para el alcance de los clientes que generan todavía algunas dudas y reticencias y requieren, por tanto, de un cambio de hábitos, mentalidad y comportamientos. Pero también de los nuevos planteamientos por parte del cliente particular y del profesional que exigen cada vez más, un producto eficiente, sostenible y accesible así como en un entorno regulatorio y normativo complejo con la entrada también de nuevos actores asiáticos, especialmente de China .

En este sentido, esta primera edición es la punta de lanza de nuevas ediciones y futuras colaboraciones académicas en el ámbito de la transformación digital y nuevos modelos de negocio que están surgiendo en el sector de la movilidad privada.

Uno de los aspectos más atractivos que han llevado a repetir una segunda edición en el próximo curso es la especialización de los contenidos en el sector de la automoción. ¿Puede darnos algunos ejemplos?

Sí, por supuesto. Este programa está diseñado para poder disponer de las herramientas necesarias para abordar cualquier proceso de transformación digital en nuestras compañías con un enfoque transversal y teniendo en cuenta siempre a las personas como epicentro de cualquier iniciativa. En este sentido, el programa está estructurado en cinco módulos que permiten profundizar tanto a nivel del contexto económico y social que impulsa esta transformación, los cambios en la experiencia del cliente, el impacto de las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial ( IA), Machine Learning, Blockchain, Cibersecurity, Automatización y Robotización, así como el trabajo en remoto y la mejora de la productividad en nuevos entornos colaborativos. Por último, como Escuela de Negocios, siempre nos centramos en la gestión del cambio y la transformación cultural de los equipos trabajando con un propósito y objetivos comunes, impulsando nuevos modelos de trabajo (metodologías Agile) y su aplicación práctica a través de casos sectoriales que nos ayudan a reflejar sobre estos cambios y cómo tomar las mejores decisiones al respecto.

En este sentido, contamos con un equipo de tutores expertos en el sector de la automoción que acompañan a nuestros participantes en el desarrollo de los diferentes proyectos específicos para cada compañía que participa en el programa, aparte de nuestro prestigioso claustro de EADA, experto en las distintas materias que se imparten.

Cuadro de competencias:

La formación es uno de los handicaps actuales del sector industrial. Con este curso se buscaba la mejora del campo de la digitalización. ¿Es uno de los campos más difíciles de resolver?

La digitalización como palanca de transformación del sector de la automoción y, en concreto de la distribución del automóvil, es uno de los aspectos más estratégicos a afrontar en el sector debido al cambio en el modelo de negocio que impacta, no sólo en el propio producto, sino en la transformación del modelo de negocio y la relación con el cliente que cada vez demanda una experiencia más omnicanal. El hecho de requerir una visión integral y un conocimiento específico de los diferentes procesos de negocio facilita que los directivos y mandos intermedios que participan en este programa puedan afrontar estos proyectos con garantías de éxito ya que tienen tiempo de reflexionar sobre las nuevas tendencias, distintas propuestas disponibles en el mercado y su potencial implantación a nivel interno para transformar su negocio.

Un ejemplo claro, han sido los proyectos orientados a mejorar la experiencia del cliente y la gestión telefónica mediante el uso de nuevas plataformas de IA que permiten atender tanto a las llamadas entrantes (inbound) y calificarlas según su importancia hacia los diferentes departamentos, así como automatizar el seguimiento de campañas comerciales y de taller (outbound) a la vez que se actualizan las bases de datos internas para poder crecer nuestro CRM y programas de fidelidad de cliente. Las plataformas de reputación online para medir la atención de nuestros vendedores y asesores de servicio y los nuevos programas de movilidad (Car-as-a-Service) han sido otros de los ejemplos que se han compartido durante el programa.

¿En qué consiste, a grandes rasgos, digitalizado el sector?

La digitalización del sector de la automoción implica la incorporación e integración de tecnologías digitales en todos los aspectos de la industria automovilística. A grandes rasgos, consiste en:

1. Venta y servicios digitales: la forma en que los vehículos se venden y se mantienen también está cambiando. Las plataformas online permiten a los clientes comparar modelos, personalizar sus vehículos e incluso realizar la compra sin necesidad de visitar un concesionario. Además, los servicios de postventa se están digitalizando mediante el uso de aplicaciones que permiten la reserva de citas o el seguimiento del mantenimiento.

2. El uso de vehículos conectados e inteligentes: los vehículos modernos están equipados con sensores, sistemas de comunicación y software que les permiten recopilar y procesar datos en tiempo real. Esto incluye funciones como asistencia a la conducción, sistemas de navegación, mantenimiento predictivo e incluso conducción autónoma.

3. La fabricación y producción digitalizada: la industria está adoptando la Industria 4.0, que incluye la automatización, la robótica avanzada, la impresión 3D y el uso de datos masivos (Big Data) e inteligencia artificial para optimizar los procesos de producción. Esto permite una producción más flexible, eficiente y personalizada.

4. Nueva cadena de suministro digital: la digitalización facilita una mejor gestión y transparencia en la cadena de suministro. Las empresas pueden utilizar plataformas digitales para la gestión de proveedores, la optimización de inventarios y la trazabilidad de sus componentes, reduciendo los costes y mejorando los tiempos de respuesta.

5. Mantenimiento predictivo: mediante el uso de sensores y análisis de datos, los fabricantes pueden prever cuándo un vehículo o una máquina necesitará mantenimiento, evitando averías inesperadas y reduciendo costes.

6. Movilidad como servicio (MaaS): la digitalización ha facilitado la emergencia de nuevos modelos de negocio, como la movilidad compartida, el Carsharing, el Rdesharing, o los servicios de Suscripción a vehículos, que están transformando la forma en que la gente accede a la movilidad.

7. Gestión de datos y Ciberseguridad: con el aumento de la conectividad, la gestión segura de los datos generados por los vehículos y los procesos de producción es esencial. Esto incluye proteger los datos de los clientes, así como asegurar los sistemas contra ciberataques.

    En su conjunto, la digitalización está redefiniendo toda la cadena de valor del sector de la automoción, desde la concepción y diseño del vehículo hasta su producción, venta, mantenimiento y uso final. Esta transformación está impulsando una mayor eficiencia, flexibilidad y personalización, a la vez que abre la puerta a nuevos modelos de negocio y servicios.

    ¿Nos puede dar algunos detalles de qué novedades presentará la segunda edición del curso EADA y el Gremi del Motor?

    En esta segunda edición, queremos mantener el enfoque sectorial que hemos testeado en la primera edición añadiendo más contenido relacionado con las nuevas tecnologías que están transformando en el sector, profundizar en proyectos empresariales de mayor impacto a nivel de transformación y mejora de rendimiento del negocio , contar con la presencia de expertos reconocidos para compartir su visión y casos de éxito sobre esta transformación así como preparar alguna salida conjunta tipo Retail Safari Tour pero poder visitar algunos de los nuevos showrooms y puntos de venta que están emergente tanto de fabricantes europeos como de nuevos actores asiáticos.

    También queremos abrir un espacio para el networking en el que invitaremos a alumnos de la primera edición para que puedan interactuar con los nuevos participantes de la segunda edifición y así poder intercambiar puntos de vista y experiencias y aprendizajes en este ámbito.

    Más allá de esta propuesta, como experto del sector, ¿qué nota pondría en el momento que la automoción y concretamente el sector de la distribución está viviendo?

    El sector de la automoción y, especialmente el de la distribución, está en un momento de inflexión crucial, marcado por una confluencia de desafíos y oportunidades sin precedentes. Mi valoración de este momento es que estamos ante una profunda transformación, impulsada por la digitalización, la electrificación y los cambios en las preferencias de los consumidores, pero también condicionada por incertidumbres económicas y reguladoras.

    Un entorno en constante evolución: la distribución tradicional de vehículos, basada en concesionarios físicos y ventas presenciales, está sufriendo un cambio radical. Los consumidores cada vez más recurren a plataformas digitales para investigar, comparar e incluso comprar vehículos. Esta tendencia ha sido acelerada por la pandemia, que ha forzado a muchos concesionarios a adoptar soluciones online para mantener el negocio en marcha. Aunque esta transición hacia el mundo digital abre nuevas oportunidades para llegar a un público más amplio y mejorar la experiencia del cliente, representa también un reto para los distribuidores tradicionales que deben reinventar sus modelos de negocio para mantener la competitividad.

    La transición hacia la electrificación: otro factor clave es el impulso hacia la electrificación. Las políticas gubernamentales y la creciente conciencia ambiental están acelerando la adopción de vehículos eléctricos (VE). Esto exige una adaptación por parte de los distribuidores, que deben formar a su personal en nuevas tecnologías, establecer alianzas para el despliegue de infraestructuras de carga, y gestionar el stock de manera diferente, dado que la complejidad técnica de los VE requiere un enfoque distinto en términos de mantenimiento y postventa. Aquellos que se adapten rápidamente a esta nueva realidad podrán aprovechar una ventaja competitiva significativa.

    Nuevos modelos de movilidad: la irrupción de nuevos modelos de movilidad, como el Carsharing, Ridesharing y la movilidad como servicio (MaaS), también está reconfigurando el sector de la distribución. En vez de vender vehículos individuales a clientes privados, los distribuidores deben considerar ahora la posibilidad de colaborar con operadores de flotas y plataformas de movilidad. Esta evolución requiere una mentalidad más amplia y flexible, capaz de adaptarse a una demanda que puede variar drásticamente en función de las preferencias cambiantes de los usuarios y el ecosistema de la movilidad.

    Incertidumbres económicas y reguladoras: sin embargo, este período de cambio también está marcado por grandes incertidumbres. Las fluctuaciones económicas globales, la inflación y la escasez de componentes, especialmente semiconductores, han impactado en la capacidad de los fabricantes para satisfacer la demanda. Además, las regulaciones cada vez más estrictas en materia de emisiones y seguridad vehicular obligan a los distribuidores a mantenerse al día con una normativa compleja y en constante evolución. Esta combinación de factores puede crear un entorno volátil, en el que la capacidad de reacción rápida y la adaptabilidad serán cruciales.

    En conclusión, el sector de la distribución de la automoción se encuentra en un cruce. Los retos son importantes pero también lo son las oportunidades. Quienes sepan adaptarse a las nuevas tendencias, adoptar la digitalización y las nuevas tecnologías, y comprender los cambios en el comportamiento del consumidor, estarán en una posición óptima para prosperar en esta nueva era. Asimismo, es necesario un liderazgo valiente e innovador que no tenga miedo a asumir riesgos y explorar nuevos modelos de negocio. En definitiva, la valoración de este momento es positiva para quienes estén preparados para el cambio, pero puede ser desafiante para quienes no sepan o no puedan adaptarse.

    Como impulsor del hub en la antigua Nissan, ¿cuáles son los objetivos por los que se trabaja?

    Actualmente se está trabajando en consolidar un proyecto estratégico para nuestro país que consiste en poder dar continuidad a uno de los principales activos industriales después de más de 40 años de presencia e intercambio de conocimiento con los japoneses. Este conocimiento acumulado durante todo este tiempo por parte de los ex trabajadores de Nissan, se tradujo en la fabricación a nivel local de algunos de los primeros vehículos eléctricos fabricados en Europa como la furgoneta e-NV200 o vehículos de alta exigencia a nivel de fabricación como la pick-up Navara, que también se fabricó por Mercedes-Benz (Clase X) bajo sus estándares de fabricación, son parte de su herencia.

    En estos momentos, después de muchas complejas negociaciones por parte del nuevo equipo directivo de EV Motors (nueva empresa gestora del D-Hub) tanto con los gobiernos locales de la Generalitat como con el Ministerio de Industria, se pudo cerrar la reindustrialización de Nissan BCN con la nueva ya anunciada Joint Venture a nivel comercial e industrial con la multinacional asiática CHERY (primera empresa china en exportación de vehículos a nivel mundial). Esta colaboración de una empresa local con una multinacional china para la fabricación de vehículos, ha sido una iniciativa pionera antes de otras que han venido después por parte de otras grandes OEMs Europeas y representa una gran oportunidad para el lanzamiento de una marca histórica como es EBRO que fue la insignia de los primeros vehículos industriales que se produjeron en la Zona Franca en la antigua Motor Ibérica.

    Esperamos que esta colaboración sea exitosa y puedan empezar a fabricarse antes de fin de año, los primeros vehículos fruto de esta alianza que, sin duda, abrirá la puerta a Cataluña y España a nuevas colaboraciones similares en un momento que es el sector y la industria necesita un revulsivo para poder fabricar vehículos más competitivos.

    ¿La transformación de la automoción pasa por todavía nuevos retos a nivel europeo? ¿Y español? 

    La transformación de la automoción, tanto a nivel europeo como español, está marcada claramente por una serie de nuevos retos que van más allá de los aspectos técnicos y tecnológicos. Estos retos son estratégicos, sociales y políticos, y juegan un papel crucial en cómo la industria automovilística se adaptará y prosperará en los próximos años.

    Algunos de los retos a nivel europeo:

    Soberanía tecnológica y dependencia exterior: Europa se enfrenta al desafío de mantener su soberanía tecnológica en un mundo cada vez más globalizado. La dependencia de componentes críticos como semiconductores y baterías para vehículos eléctricos, mayoritariamente producidos fuera del continente, es un problema urgente. La UE está promoviendo iniciativas para desarrollar su propia capacidad de producción, pero estas medidas requerirán tiempo e inversiones masivas. Sin un liderazgo firme en este ámbito, Europa podría verse superada por otras regiones, como Asia o Norteamérica.

    Homologación y regulaciones comunes: con la creciente complejidad de los vehículos modernos, las normativas de homologación se vuelven más estrictas y detalladas. La necesidad de crear un marco regulador común y coherente en toda la UE es esencial para garantizar que los fabricantes puedan operar con eficiencia. Sin embargo, los distintos ritmos de adaptación de los países miembros, así como las disparidades en las prioridades nacionales, hacen que la armonización sea un proceso complejo y, a menudo, lento.

    Infraestructura de carga: aunque la transición hacia los vehículos eléctricos está en marcha, Europa todavía tiene un déficit importante en infraestructura de carga, especialmente en zonas rurales y periféricas. La UE ha establecido objetivos ambiciosos para aumentar los puntos de carga, pero su implementación está lejos de ser homogénea. La desigualdad en la distribución de esta infraestructura puede frenar la adopción de los vehículos eléctricos y perpetuar las disparidades regionales.

    Algunos de los retos a nivel español:

    Desindustrialización y especialización: España ha sido tradicionalmente un hub importante para la producción de vehículos, con muchas multinacionales estableciendo plantas de fabricación. Sin embargo, la transición hacia los vehículos eléctricos y la digitalización puede poner en riesgo esta posición, si no se apuesta decididamente por la reindustrialización y especialización en sectores de alto valor añadido. España necesita desarrollar una estrategia nacional que fomente la innovación y la producción de elementos críticos para la automoción del futuro, como baterías, software de conducción autónoma y tecnologías de conectividad.

    Formación y adaptación laboral: uno de los grandes retos para España es la adaptación de su mercado laboral a las nuevas exigencias de la industria automovilística. La transformación digital y la transición hacia una economía verde requieren nuevas habilidades y competencias que muchos trabajadores actuales no poseen. Esto exige una inversión significativa en formación y reciclaje profesional para garantizar que la mano de obra pueda adaptarse a los cambios y que los puestos de trabajo tradicionales no se pierdan, sino que se transformen.

    Financiación y soporte público: La transición de la industria automovilística necesita de un apoyo decidido por parte del gobierno español, tanto en forma de inversiones como de políticas públicas que faciliten el cambio. Esto abarca desde subvenciones para la compra de vehículos eléctricos hasta ayudas para la investigación y desarrollo en tecnologías avanzadas. Además, es imprescindible que España aproveche los fondos europeos de recuperación para fortalecer su industria automotriz, orientándolos hacia proyectos que garanticen la competitividad a largo plazo.

    Por tanto, la transformación de la automoción en Europa y España implica afrontar retos estratégicos, sociales y políticos. A nivel europeo, la soberanía tecnológica, la regulación común y la escasa infraestructura de carga son retos clave. En España, la desindustrialización, adaptación laboral y necesidad de apoyo público son cruciales. Europa necesita reducir la dependencia exterior, mientras España debe reindustrializarse y formar su fuerza laboral. La gestión de estos retos determinará la futura competitividad de la industria automotriz en Europa y España en la escena global.