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El soufflé se deshincha

La nueva movilidad es un tema recurrente en las editoriales y artículos de la mayoría de medios de comunicación. El debate fue muy intenso durante las elecciones locales y determinante en el sentido del voto de los electores.

Estos días acabamos de superar los cien días después de las elecciones municipales y los consistorios de las principales ciudades deben hacer frente a la nueva planificación de la movilidad. Un mecanismo para ello es la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones vigentes desde principios de año, claves para hacer frente al cambio climático.

En esta nueva movilidad, los problemas a resolver son la contaminación ambiental/acústica, la seguridad de las personas, la generación de residuos, la congestión, la ocupación y adecuación del espacio público y la transformación empresarial y ocupacional de las empresas que ofrecen soluciones de movilidad. La definición de los problemas responde a la pregunta hacia dónde queremos ir en la nueva movilidad, que es hacia una movilidad sin emisiones y que no haga ruido, sin siniestralidad, que aplique criterios de economía circular, fluidez aprovechando las posibilidades que generan los nuevos avances tecnológicos, la optimización del espacio público, la viabilidad de las empresas y el sostenimiento de los puestos de trabajo.

El nuevo escenario político cierra sus puertas a una visión criminalizadora del vehículo de motor privado liderada por Ada Colau. La Alcaldesa de Barcelona y su equipo político proponen un cambio profundo usando el potente altavoz mediático que le daba la alcaldía y la presidencia del Área Metropolitana de Barcelona, ​​que ahora -como ocurre con el soufflé- esta línea de actuación se deshincha.

Por eso, ahora llega el momento de construir entre todos y todas la nueva movilidad. La reunión que hemos mantenido este mes con el nuevo alcalde Jaume Collboni se centró en brindar mano tendida y colaborar. Y ese mismo criterio sirve para el resto de gobernantes con competencia en movilidad.

En este nuevo escenario, cada operador de transporte hace su balance de lo que puede aportar en ventajas e inconvenientes: sus pros y sus contras. Por lo que respecta al sector de la automoción, en su conjunto ofrecemos, en primer lugar, soluciones de movilidad cada vez más limpias y silenciosas, con un horizonte 2035 en el que los nuevos coches no generen emisiones. Por eso es necesario renovar el parque actual -sustituyendo las unidades obsoletas por nuevas- y una red de puntos de recarga óptima para el ciudadano. En segundo lugar, los nuevos vehículos incorporan Sistemas Avanzados de Detección Automática (ADAS), con un horizonte en el que los coches circulen de forma autónoma sin necesidad de conductor. Por eso es necesario adaptar las infraestructuras a esta posibilidad para facilitar su conectividad.

En tercer lugar, la economía circular es un estándar en el sector y no es suficientemente conocido: los fabricantes están obligados a reciclar las unidades que retiran, así como están obligados a reaprovechar los residuos que generan. En cuarto lugar, la fluidez es necesaria porque la movilidad tiene el propósito en sí misma de llevar a personas y mercancías de un punto de origen a destino de forma eficiente. En quinto lugar, debemos tener muy presente que las actuales vías públicas son aptas para circular vehículos. Con esto quiero decir que ya las tenemos y que cuando hablamos de adecuaciones es para habilitar otros modos de movilidad. Ciertamente, hay zonas de la ciudad donde por densidad, es necesario moverse de otra manera porque el espacio en las ciudades está cada vez más limitado, esto es una realidad. Pero el grandioso número de unidades del parque móvil refleja claramente su amplia aceptación social.

Y en quinto lugar, el sector de la automoción pide un reconocimiento explícito de la importancia que tiene -ya no sólo por ser una solución de movilidad, eficiente, ágil, confortable y económica para moverse- sino porque en nuestro país genera una actividad económica estimada en un 10% del producto interior bruto y un empleo directo e indirecto del 9%, equilibra la balanza empresarial y lidera la investigación y desarrollo.

En fin, tenemos un plan para la nueva movilidad en el que la automoción reclama su protagonismo.