Las ventas de turismos y vehículos comerciales mantienen la tendencia descendente de meses anteriores, acondicionados por la situación macroeconómica, un IPC desbocado y con los suministros de energía por las nubes. La reacción del potencial comprador queda condicionada por la coyuntura general.
El sector sigue atendiendo a los pedidos de compra, con tiempos de espera más largos de los que nos gustaría, por la dificultad de las marcas de suministrar el producto. El mercado se ha reorientado atendiendo a que los nuevos turismos llegan a los concesionarios con un ritmo mucho menor. Sin embargo, se mantiene el interés por renovar por parte de la ciudadanía, que en muchos casos opta por el vehículo de ocasión para evitar los tiempos de espera.
El sector de ambas ruedas evoluciona positivamente en Cataluña. La motocicleta sube un ligero 0,7% en Cataluña, pese a la caída de Barcelona del -2,5%, manteniendo una tendencia de crecimiento semestral del 8,4%. El ciclomotor asciende a Barcelona impulsado por la compra de empresas de sharing, este mes en un porcentaje de tres dígitos, concretamente el 151%.
La proyección por lo que resta de este 2022 es cada vez más incierta. A los factores citados debemos sumarle las subidas de tipos de interés que ha anunciado el BCE. La resolución de la crisis dependerá de factores externos, fundamentalmente la invasión de Ucrania, pero también de factores internos, como el control del IPC y las decisiones que adopten los poderes públicos para reconducir la situación actual.