El mes de febrero ha venido acompañado de un conjunto de noticias que nos provocan cierta preocupación. Desde Bruselas, quieren arreglar el mundo y su problema sobre el cambio climático sin valorar las consecuencias en cómo se puede hacer. Y éstas afectan a muchos fabricantes y posteriormente a la distribución. Desde dónde estamos nosotros.
¿Por qué me refiero en estos términos a la decisión tomada desde la Unión Europea sobre la prohibición de vender coches de combustión a partir de 2035? Pues porque quieren implementar la normativa Euro-7 que sigue avanzando sin una planificación previa y, por tanto, sin valorar, de nuevo, las consecuencias. Eliminar la fabricación de los motores de combustión, diesel o gasolina, es una barbaridad a día de hoy. Desde la óptica de casa, España representa al segundo país productivo en términos de automoción de toda la Unión Europea ya que el 90% de las fábricas van ligadas a los motores de combustión. Todo ello comportará paralizar fábricas sin margen para la reconversión, tampoco desde el aspecto humano, con las consecuencias de pérdida de puestos de trabajo.
Como ya he dicho y repetido en diferentes ocasiones, debemos convivir con las dos motorizaciones durante cierto tiempo más y no puede ser en 2035, pero menos en 2030 como algunos pretendiendo. El horizonte debe marcarse en 2050, un plazo de tiempo suficiente que desde nuestra experiencia del día a día en este campo, sí puede ayudar a resolver y completar la transformación electrificada y entrar en el cambio definitivo de movilidad.
España jugará un papel decisivo
No se olvide: España jugará un papel decisivo con todo esto. Y hay que tener en cuenta que en el segundo semestre de 2023, el presidente español Pedro Sánchez también presidirá la Unión Europea. Si no atiende a que las cosas se hagan desde el sentido común, como sí lo están haciendo desde Estados Unidos, las consecuencias serán muy graves y tampoco resolverán el problema, sino que lo ampliarán. Estaremos muy atentos a ver si los políticos entienden la situación actual de conflicto industrial y, evidentemente, comercial.
Hay que tener en cuenta que, a día de hoy, la incertidumbre provoca inseguridad y, nosotros, como empresarios, nos encontramos con que los clientes no saben ni qué coche comprar. Por tanto, es evidente que necesitamos urgentemente soluciones de responsabilidad que no vengan marcadas por la improvisación.
Estamos preparando una jornada des del Automobile Barcelona
Por otra parte, si hablamos del mercado, todos los indicadores nos sitúan a un buen ritmo de crecimiento, pero toda esta situación no nos ayuda en absoluto. Este año, os adelanto que celebraremos el Salón Automobile Barcelona donde se marcarán las tendencias de futuro. Esté atentos ya que desde Fecavem organizaremos una jornada muy interesante del sector que contará con grandes personalidades, marcas y, enmarcados en el calendario electoral, llevaremos a los candidatos a la alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona para que nos digan qué piensan hacer en torno a la movilidad. Cabe subrayar que lo que ocurre en Barcelona afecta al resto de Catalunya.
Termino mi editorial con noticias, como he dicho al principio, preocupantes. Sin embargo, hay que estar informados de la gestión general, los datos de mercado y todo lo que nos condiciona.
Un abrazo a todos y todas,
Jaume Roura Calls
Presidente de Fecavem