En consonancia con la situación económica que atravesamos, marcada por la invasión y guerra de Rusia en Ucrania y el incremento del coste de la vida, las matriculaciones de automóviles de turismo registran un importante retroceso, que roza el 30% tanto en Cataluña como en el resto de España.
El mercado catalán con respecto al español ha seguido una tendencia paralela este mes. El cierre del trimestre nos sitúa con una bajada de matriculaciones acumulada del 10%. Debemos valorar estas datos como negativos y un síntoma más de la crisis económica europea.
Esto, evidentemente, tiene unas consecuencias directas en el sector, pero también tienen un impacto directo en la actividad económica y en el frenazo de la renovación del parque automovilístico, que provoca el envejecimiento del parque. La incorporación de vehículos en el mercado reduce las emisiones medioambientales y mejora la seguridad vial, además de la consecuente recaudación fiscal vinculada a la compra del vehículo. Así pues, la renovación del parque debe ser uno de los objetivos de los gobernantes.
En el sector y desde Fecavem, confiamos en que el mes de abril que coincide con la Semana Santa sea mejor, pues es un momento propicio para la compra de vehículos. Si entramos en el detalle, debemos hacer referencia al sector de las dos ruedas, que ha descendido algo menos. Las matriculaciones de motocicletas han bajado un 7,7%. Las matriculaciones de ciclomotores experimentan una mejora del 52% motivada por la compra de unidades destinadas a moto-sharing en la provincia de Barcelona. Y finalmente, el sector industrial sufre la misma tónica negativa de automóviles y vehículos de dos ruedas, descendiendo en su conjunto hasta un 47,9%.