Nuestro último informe sobre el mercado de ocasión catalán facilita indicadores clave, que ponen de relieve una evolución favorable de las operaciones de compra y venta de automóviles de turismo y vehículos comerciales ligeros. Estos incrementos nos acercan a las cifras precovidido y superan la previsión que hicimos a primeros de año. Consecuentemente, debemos estar satisfechos por ello.
¿Quién vende?
Centrándonos en los automóviles de turismo, el estudio caracteriza en cuatro perfiles de vendedores por origen/procedencia y resulta que 94 de cada 100 personas compran a particulares y comerciantes profesionales del motor, a partes iguales. Los restantes 6 proceden de renting y alquiler, pero es cierto que presentan incrementos destacables y están ganando cuota de mercado.
70 de cada 100 vehículos vendidos por particulares tienen más de 10 años
Si nos fijamos en los dos principales canales -que como hemos dicho suponen el 94% de las operaciones-, detectamos que 70 de cada 100 vehículos vendidos por particulares, tienen más de 10 o más años. Se trata de automóviles de turismo en el que debemos destacar que no están revisados por un profesional.
Y esto tiene unas consecuencias prácticas que advertimos en el siguiente párrafo, destacando también el dato relevante que -con el cuadro que encontrará hacia el final- el 58% son diesel.
La primera es que la responsabilidad del vendedor en caso de vicios ocultos es débil, mientras que las ventas profesionales están sujetas a garantía legal y si quien compra es consumidor, tiene mayor protección. La segunda es que la calidad de la revisión o reacondicionamiento previa a la compraventa es muy diferente a la que presta un profesional del motor, con todas las consecuencias que esto puede tener en la seguridad vial. Y la tercera que queremos destacar es que se trata de vehículos mayores de diez años, que no incorporan los sistemas avanzados de detección automática (ADAS) de los más actuales.
Evolución atendiendo a la edad del automóvil
Los automóviles de turismo de menos de un año conocidos en el sector como automatriculados se reduce pasando del 12% de 2018 al 7% actual y esto se debe al cambio de estrategia en la producción de vehículos de los fabricantes, que evitan el sobrestock.
Un cambio significativo se presenta en el tramo de los cuatro años, cambiando del 3% al 8%. Este tramo es propio del renting por finalización del período del arrendamiento.
El número de vehículos de más de 10 años baja pasando del 60% de 2018 al 56% de 2023. Su peso se reduce pero, en cambio, cuantitativamente, el 56% de 2023 totalizan 104.236 unidades y el 59% de 2022, 89.612 unidades. Continúan pues, formalizándose muchas operaciones de esta franja de edad.
El papel del diésel en el mercado del automóvil usado
Los automóviles eléctricos e híbridos representan ya prácticamente la mitad de las matriculaciones catalanas porque su oferta crece, porque cuenta con el apoyo público con las ayudas MOVES y la mentalidad del comprador se transforma.
El mercado de uso sigue esa tendencia, pero en mayor medida. La primera razón es que el mercado de automoción es de reposición y el que matricula generalmente se desprende de otra. Por esta razón, el diesel desempeña un papel clave en el VO, como se muestra en este cuadro.
El diésel por peso año tras año, del 59% del 2018 al 47% del 2023 y esto tiene una lectura clara por franjas de edad, donde nos encontramos con que el peso del diésel en el tramo de los vehículos de diez o más años pasa del 59% de 2018 al 58% de 2023 y, en cambio, en el tramo de menos de un año cambia del 50% de 2018 al 13% de 2023.
Valoración final
El mercado de ocasión catalán evoluciona favorablemente acercándose a los indicadores precovido; es una buena señal. Los vehículos procedentes de renting y lavacar ganan peso en detrimento de los automatriculados para los concesionarios, pero los principales canales son los particular y profesional.
El canal particular reintroduce en el mercado los vehículos de 10 años o más, la mayoría diésel. Con este último indicador se pone de manifiesto la necesidad de un plan de ayudas centrado en la baja del vehículo, como lo fueron el Prever o Renove.