El Ayuntamiento de Barcelona quiere modificar las condiciones de circulación y uso de vehículos de movilidad personal (VMP), ciclos y bicicletas y ha abierto un proceso participativo ciudadano. El Gremio del Motor y la Movilidad ha presentado sus consideraciones y enmiendas previendo que tendrá un gran impacto el hecho de que los patinetes bajen a la calzada y circulen entre buses, tranvías, vehículos comerciales, coches y motos.
La primera consideración que trasladamos tiene que ver con la motocicleta. Determinados colectivos quieren aprovechar la modificación de la ordenanza para prohibir el estacionamiento de motocicletas en la acera. Y como en Gremio del Motor y la Movilidad nos oponemos.
En segundo lugar, advertimos que la adaptación de la ordenanza tendrá un gran impacto social porque establece las condiciones para la circulación de los VMP en calzada y, por ello, advertimos de la trascendencia de trasladar el problema de la convivencia del VMP de la acera en la calzada.
En tercer lugar, pedimos que en Barcelona se sigan las pautas de la normativa estatal española. No podemos ser diferentes en el resto de poblaciones del país. También evidenciamos que la ciudadanía de Barcelona está en un proceso de asimiliación del gran número de cambios que se han producido últimamente y que, ahora, añadimos un nuevo ingrediente que tensionará más la circulación.
Nos preocupa por seguridad vial que los conductores de patinetes y ciclos lo hagan sin licénica o permiso de circulación. Y también sin seguro, pero la DGT, por el momento, no les obliga. Por todo ello, exigimos correspondencia con el rigor con el que se trata el vehículo a motor en su proceso de homologación. Por tanto, los patinetes que transportan mercancías deben cumplir las prescipciones de la DGT.
Por último, advertimos como problema de que los VMP puedan usar los espacios destinados a los vehículos comerciales de distribución urbana de mercancías porque ya están muy saturados y generarán conflictos entre los operadores actuales y nuevos.