Las matriculaciones de vehículos en Catalunya alargarán su crisis este año y cerrarán con una caída del 7% con respecto a las cifras del del pasado ejercicio, según han adelantado hoy las patronales Faconauto y Fecavem en el transcurso de la VIII Jornada de Automoción de Catalunya, que han organizado en colaboración con Esade.
En concreto, este año se matricularán en la región alrededor de 103.000 vehículos, lo que supone una caída del 7% respecto a las cifras de 2021 y pone de manifiesto la extrema debilidad del mercado catalán, que se quedará, de esta manera, un 70% por debajo de las cifras de 2019, el año previo a la pandemia, según previsiones de la consultora MSI.
Catalunya está reflejando el comportamiento del conjunto del país, que durante este ejercicio ha confirmado la “cronificación” de un mercado empequeñecido que este 2022 registrará 834.000 matriculaciones, un 3% menos que el ejercicio anterior.
Para ambas patronales hay tres situaciones que explican esta situación. En primer lugar, el sector sigue estando muy impactado por la crisis de los microchips, y la consiguiente falta de oferta. A esto se está sumando en los últimos meses un debilitamiento de la demanda, ya que las familias sienten que el contexto, con una recuperación económica en suspenso por las consecuencias de la guerra de Ucrania, el incremento de la inflación, los tipos de interés y los precios de los carburantes, no es el mejor para adquirir un vehículo y retrasan su visita a los concesionarios. Finalmente, la incertidumbre del comprador respecto a qué tecnología elegir en el actual proceso de descarbonización de la automoción también está desmovilizando muchas ventas.
Faconauto y Fecavem consideran prioritario poner en marcha medidas coyunturales y de choque que contribuyan a recuperar el mercado ya que, de lo contrario, el sector será menos competitivo desde el punto de vista comercial e industrial. De igual modo, si no se recuperan las matriculaciones, será más difícil cumplir con los objetivos de descarbonización y el automóvil nacional estará en desventaja de cara a 2035, cuando sólo se puedan comercializar vehículos 0 emisiones.
En este proceso, ambas patronales han pedido que no se tomen iniciativas traumáticas que alejen al ciudadano medio del uso del automóvil privado, especialmente en un contexto de crisis como el actual. Eso es lo que está ocurriendo, a su juicio, con el impuesto al CO2 que se aplica en Catalunya y que, de cara al año que viene, llegará a quintuplicar su coste.
Para alcanzar los objetivos de descarbonización, Faconauto y Fecavem abogan por abordar una nueva fiscalidad para el automóvil, ya que sería un instrumento muy útil para reducir la edad media del parque, incentivar la demanda y favorecer la circulación de vehículos con características medioambientales más exigentes. En concreto, proponen la creación de un nuevo impuesto medioambiental que sustituya el impuesto de matriculación y mantener impuesto de circulación actual con una bonificación del 100% para los vehículos eléctricos e híbridos enchufables (etiqueta cero), trabajando a futuro en un cambio de este impuesto para que grave la contaminación atmosférica de los vehículos en función de su antigüedad.
“Unidad del sector y consenso entre trabajadores y patronales para afrontar este gran momento. Las perspectivas, desde el punto de vista económico, tampoco son buenas para este próximo 2023. Hace falta unidad. También la pedimos a los gobiernos y nuestros responsables y representantes en la administración. En Catalunya, pedimos suprimir de una vez por todas el impuesto de CO2 y también el de matriculaciones que han afectado en el registro total de matriculaciones”.
Proteger al sector
En el transcurso de la jornada, se ha analizado la triple transición que está viviendo el sector de la distribución y reparación de vehículos: digitalización y nuevos canales de venta de vehículos, transición ecológica y cohesión territorial de la nueva movilidad. Al respecto, Faconauto ha indicado que es esencial salvaguardar la actividad de los concesionarios, que en Cataluña dan empleo a 23.400 personas de manera directa y facturan 4.900 millones de euros al año.
“Estamos afrontando retos de gran calado: gestionamos los efectos de la crisis por la pandemia, los problemas de oferta y la caída de las ventas. Y, además, estamos inmersos en la transición digital, energética y ecológica. En este contexto, los fabricantes de vehículos están cambiando el modelo de relación que venían manteniendo con sus concesionarios, lo que en algunos casos supone rescindir sus contratos unilateralmente. Por eso ahora más que nunca, los concesionarios necesitamos seguridad jurídica para que nuestras inversiones no caigan en el vacío y para evitar la destrucción de puntos de venta. Proteger a empresas nacionales como los concesionarios es clave para el empleo de miles de familias. Necesitamos un gobierno y unos representantes políticos que nos escuchen, nos entiendan, nos apoyen y con los que podamos trabajar codo con codo”, ha recalcado el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez.
La VIII Jornada de la Automoción también ha contado con el respaldo institucional del Presidente de Foment del Treball Nacional, Josep Sánchez Llibre, que ha puesto de ejemplo el último preacuerdo de la patronal del metal UPM, donde está adscritos los concesionarios y centros de distribución, como ejemplo de entendimiento para salir adelante en materia de convenios y acuerdos entre agentes sociales.
Faconauto es la patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas de turismos, vehículos industriales y maquinaria agrícola presentes en el mercado español. Representa los intereses de 2.022 concesionarios, entre los que se encuentran los de las principales marcas de maquinaria agrícola. Estas empresas generan 152.000 empleos directos, una facturación de 36.000 millones y representan el 3% del PIB.
Fecavem es la patronal que representa a los comerciantes dedicados a la venta de vehículos de Cataluña. Fecavem es el organismo que une al Gremi del Motor de Barcelona, Corve Girona, Astave Tarragona y Automoció Lleida, y coordina, gestiona, fomenta y defiende los intereses generales y comunes de éstas ante organismos e instituciones públicas y privadas.