El presidente de Fecavem, Jaume Roura, y el portavoz, Joan Blancafort, asistieron este pasado miércoles y jueves, 2 y 3 de marzo respectivamente, a la XXXI edición del Congreso Faconauto. Bajo el lema ‘Vamos’, éste ha sido el gran año del reencuentro marcado por el adiós de las restricciones impuestas hasta ahora por la cóvid-19. Por otra parte, una de las noticias más esperadas era conocer la marca más valorada por los concesionarios y ha sido, de nuevo, Volvo por segundo año consecutivo. Completaron el podio, la marca Cupra y Seat, en segundo y tercer lugar. Las marcas menos valoradoras fueron las del grupo Stellantis que aplicaron fuertes medidas sancionadoras que el sector considera desproporcionadas e injustas.
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Por su parte, la Patronal Fecavem ha contado con una fuerte representación de todas sus provincias. Jaume Roura también es presidente del Gremi del Motor y Joan Blancafort como secretario general; y también han asistido el presidente de Corve Girona, Jordi Solà, y la secretaria general Assumpció Brujats; desde la Asociación Provincial de Empresas de Lérida, Mario Pinilla y la secretaria general Pilar Roca.
Todos destacaron la importancia de este Congreso que ha reunido a más de 1.400 visitantes en Madrid y ha vuelto a hacerse sentir de cara a las administraciones y al gobierno español con la presencia de la Ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. El presidente Roura también felicitó al presidente de Faconauto, Gerardo Pérez y al vicepresidente, Agustí Garcia, por el impulso y el atractivo que tiene este congreso desde sus workshops hasta los expositores que han dado confianza, un año más, al Congreso .
Desde Ifema Madrid, Fecavem también intercambió impresiones con sus colaboradores de confianza como el BBVA Consumer Finance y su director de zona en Cataluña, Xavier Vila, o el director de marketing de Coches.net.
En definitiva, semejantes congresos se hacen más que necesarios en épocas de incertidumbre donde, tras la cóvida, lo que ocupó gran parte de las conversaciones, fue una nueva crisis por el estallido de la guerra de Rusia contra Ucrania que también hará cuestionar si pueden sumarse retrasos y carencias de primeras materias y microchips.
